26.11.09

Lo sublime y el don de la nada.

Ecuación de diversas variables -el trance que rompe los grilletes de los modelos culturales del "yo", el enfrentamiento con un cosmos polisémico en que el hombre se somete a la prueba de la materia, el don de la nada hecho a la nada que se opone al cambio, la restauración hecha por la risa del cuerpo en su dinamismo- la fiesta remite al conjunto de la experiencia imaginaria. Ni la antropología ni la filosofía pueden explicar esa manifestación subversiva que opone a la cohesión de los conjuntos, la destrucción de las formas instituidas.
[...]
En resumen, la fiesta no se vincula ni con el juicio de realidad ni con el juicio estético.

*Jean Duvignaud. El sacrifico inútil. FCE, México, 1997.