¡Ah! La música tecnoindustrial robotiza los movimientos y moderniza el alma.
(...)
El ánimo forjado en el hacinamiento y la falta histórica de oportunidades le infunde a los jóvenes la voluntad de convertir el baile incesante en estilo de vida, algo más que destreza y bastante más que el empleo del tiempo libre. No se vive para bailar, se baila para vivir lo de otra manera jamás obtenible: la sensación de lo contemporáneo, ese fervor psicotecnológico que le infunde fuego a la pista.
*Monsivais, Carlos. Apocalipstick. Debate, México, 2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario